Convenio Sobre la Diversidad Biológica

Que es el Convenio sobre la Diversidad Biológica

El Convenio sobre la Diversidad Biológica es un tratado internacional jurídicamente vinculante. El Convenio tiene tres objetivos principales:

  1. Conservación de la biodiversidad
  2. Utilización sostenible de sus componentes
  3. Distribución justa y equitativa de los beneficios derivados de los recursos genéticos.

En otras palabras, su objetivo es desarrollar estrategias nacionales para la conservación y utilización sostenible de la diversidad biológica. A menudo es visto como el documento clave en materia de desarrollo sostenible.
El Convenio sobre la Diversidad Biológica se firmo a la firma en la Cumbre de la Tierra en Río de Janeiro el 5 de junio de 1992 y entró en vigor el 29 de diciembre de 1993.

Importancia de Convenio sobre la Diversidad Biológica

La convención reconoce por primera vez en el derecho internacional que la conservación de la diversidad biológica es «una preocupación común de la humanidad» y es una parte integral del proceso de desarrollo. El acuerdo abarca todos los ecosistemas, especies y recursos genéticos. Vincula los esfuerzos tradicionales de conservación con la meta económica de utilizar los recursos biológicos de manera sostenible.

En él se establecen principios para la participación justa y equitativa de los beneficios derivados de la utilización de los recursos genéticos, en particular los destinados a uso comercial. También cubre el campo en rápida expansión de la biotecnología a través del Protocolo de Cartagena sobre Seguridad de la Biotecnología, donde aborda el desarrollo y transferencia de tecnología, distribución de beneficios y seguridad de la biotecnología. Es importante destacar que la Convención es jurídicamente vinculante, los países firmantes están obligados a aplicar sus disposiciones.

El convenio recuerda que los recursos naturales no son infinitos y establece una filosofía de uso sostenible. Mientras que anteriores esfuerzos conservacionistas estaban enfocados a proteger especies y hábitats, la Convención reconoce que los ecosistemas y las especies deben utilizarse en beneficio de los seres humanos. Sin embargo, esto debe hacerse de una manera y un ritmo que no ocasione la disminución a largo plazo de la diversidad biológica.
La Convención también ofrece orientación para la adopción de decisiones basado en el principio de precaución que cuando exista una amenaza de extinción o pérdida de la diversidad biológica se deben aplazar las medidas encaminadas a evitar o reducir al mínimo esa amenaza.

El Convenio sobre la Diversidad Biológica reconoce que se precisan inversiones considerables para conservar la diversidad biológica. Sin embargo, también afirma que la conservación nos traerá importantes beneficios ambientales, económicos y sociales a cambio.