Es cierto que nuestro planeta cuenta con una biodiversidad tan extensa que no hay duda que aun hay especies que no se han descubierto todavía, como en las fosas marinas, esos lugares donde la luz le es difícil o inclusive imposible de llegar. Ahora la cuestión plantea que en lugares con gran parte de la biodiversidad conocida se concentran en puntos críticos, como las montanas tropicales, donde los cálculos son demasiado inciertos para llevar el registro exacto del hábitat para ayudar en su conservación.

Nubes

Por ello los científicos buscan obtener este tipo de información a través de la teledetección, el cual consiste en el uso de satélites, esto podría facilitar el inconveniente sobre como llevar este tipo de registro, claro todo dependerá de la fuente a la cual se consulte.

Una investigación llevada acabo por unos científicos de la Universidad de Buffalo y Yale, en Estados Unidos, y la cual será publicada en la revista Plos Biology de este jueves, mostraran sus avances y resultados sobre el estudio hecho por 15 años de análisis de los registros guardados por los satélites Terra y Aqua de la NASA, los cuales orbitan y estudian la Tierra.

Por medio de la información recopilada por ambos satélites les permitió a los científicos construir una base de datos, compuesta de dos imágenes por día, de la cobertura de las nubes por kilometro cuadrado del planeta entre el 2000 y 2014.

El considerar a las nubes como una fuente de consulta para este tipo de estudios realmente no plantea una idea imposible de creer, ya que se sabe que las nubes son influidas por factores como la lluvia, la luz solar, la temperatura superficial y la humedad de las hojas, condiciones que determinan el donde pueden sobrevivir plantas o animales.

teledetección

«Cuando visualizamos los datos, fue notable la claridad con la que se podían ver muchos biomas diferentes de la Tierra basados en la frecuencia y el calendario de los días nublados en los últimos 15 años», dice Adam Wilson, autor principal del estudio en la Universidad de Yale. «A medida que cruzas de un ecosistema a otro, esas transiciones se muestran muy claramente, y lo interesante es que estos datos permiten observar directamente los patrones que siguen con una resolución de un kilómetro».

Los hallazgos conducen a la posibilidad de conseguir información del hábitat de especies especificas con respecto a la cobertura de las nubes. Dicho patrón de comportamiento de las nubes le permitió dar con información precisa sobre el tamaño y ubicación del hábitat de la especie del ave sudamericana trepatroncos montano (Lepidocolaptes lacrymiger) y del arbusto protea rey (Protea cynaroides) de África del Sur, con un detalle sin precedentes.

Según Walter Jetz, coautor del trabajo y profesor asociado de Ecología y Biología evolutiva en la Universidad de Yale.
«La comprensión de los patrones espaciales de la biodiversidad es fundamental si queremos tomar decisiones fundamentadas sobre cómo proteger las especies y gestionar los ecosistemas y sus múltiples funciones en el futuro», añade Jetz. «En las regiones que albergan la mayor biodiversidad, hay una verdadera falta de datos sobre el terreno».

teledetección

 

La teledetección va ser una herramienta clave para que estos científicos lleven acabo sus análisis. Ya que los científicos cuando estaban interesados en los datos climatológicos estos dependían de la información recopilada por las estaciones meteorológicas al rededor del mundo. Pero también hacia que grandes extensiones de tierra no estuviesen controladas, lo cual dejaba lagunas en la información recopilada, ya que dependiendo de la región esta puede tener variaciones significantes con los datos en base a sus características en el ecosistema. Con la ayuda de los satélites la investigación podrá tener mayores frutos. «Este es uno de los desarrollos más interesantes en nuestro campo hoy en día», apunta Wilson.

Déjanos esta opinión sobre esta innovadora propuesta.

Un comentario