Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía

El próximo 17 de junio se recuerda el Día Mundial de la Lucha contra la Desertificación y la Sequía. Al respecto, el Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki-Moon, ha dicho:

«La utilización sostenible de la tierra es un requisito para hacer salir a miles de millones de personas de la pobreza, facilitar la seguridad alimentaria y nutricional, y salvaguardar las existencias de agua; además, constituye la piedra angular del desarrollo sostenible.»

¿Por qué es tan importante el cuidado del suelo? Es importante ya que los suelos saludables son lo que sostiene la vida de nuestra especie y de otras especies animales en el planeta Tierra, por eso debemos evitar su degradación.
Este año la celebración del Día Mundial de la Lucha contra la Desertificación y la Sequía se llevará a cabo una semana antes del comienzo de la Conferencia Río +20, la cual tiene lugar en la ciudad de Río de Janeiro, en Brasil.

Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía

Para crear el futuro que todos queremos es indispensable realizar dos cosas:

1) Preservar la tierra y el suelo que todavía no han sido degradados.

2) Equilibrar la degradación de los suelos y tierras mediante la recuperación de una cantidad de tierras que sea igual a las que han sido degradadas. La gran idea es construir un mundo en el cual los suelos no sufran ningún tipo de degradación por parte de las actividades humanas.

Fue en el año 1994 cuando la Asamble General de las Naciones Unidas declaró que el 14 de junio sería el Día Mundial de la Lucha contra la Desertificación y la Sequía. La idea es fomentar la conciencia de la población respecto a este tema, que si bien no parece importante para algunos, sí que lo es. La otra idea de este día es poder promover el proyecto de recuperación de tierras en países con extremas sequías o amplia desertificación, muchos de ellos localizados en África.

Se conoce como desertificación a un proceso de degradación ecológica del suelo fértil, en donde el mismo pierde su capacidad de producción ya sea en forma total o parcial, pudiendo llegar a ser muy grave según su expansión. La desertificación se como consecuencia de la destrucción de la cubierta vegetal que recubire el suelo, también se da por la erosión del mismo y por supuesto por la falta de agua, por eso en lugas que llueve poco es muy común encontrar zonas de este tipo. Con mucha frecuencia, las actividades que realiza el hombre favorecen a la desertificación, particularmente debido a los cultivos y al pastoreo de animales, y también a la deforestación en algunos casos.

El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) ha indicado que aproximadamente la tercera parte del suelo de todos los continentes podría ser considerada como desértica. En estos territorios aún viven millones de personas en duras condiciones, con poca agua y alimentos debido a la falta de tierras de cultivos.

Como podemos ver, la desertificación del suelo es un problema muy serio.