Hay todo tipo de impresoras 3D, además las hay conceptuales y las hay reales. Este caso es sobre una impresora 3D real que fue creada en Reino Unido y es bastante particular debido a la tinta que usa, que de paso aclaremos que es perfectamente comestible: chocolate. Exacto, esta impresora 3D utiliza chocolate como tinta.
La idea original era la siguiente: llega un cliente con una imagen y desea que sea impresa en 3D, luego del proceso la imagen pasa a la impresora de chocolate y el cliente se va a su casa contento comiendo un objeto 3D similar al de la imagen que pidió antes.
Sin dudas una útil aplicación que le darán mucho es imprimir sus postres de chocolate favoritos.
¿Y qué tiene que ver esta máquina con la ecología? Que su residuo es chocolate, por lo que se trata de un residuo comestible y que no daña el ambiente.