Y justo cuando creíamos que empezaríamos a ver automóviles eléctricos y de lujo por las calles, a Rolls Royce se le ocurre no producirlos. ¿A qué se debe? Principalmente a 2 cosas: la falta de clientes y el hecho de que el Rolls Royce Phantom que iba a ser convertido en un auto eléctrico ya no es tan popular entra la alta sociedad.
Ahí lo tienen, parece que los millonarios tendrán que seguir conduciendo sus automóviles que usan combustibles fósiles y siguen contaminando el medio ambiente y el planeta Tierra.