Es genial que los ciclistas puedan contar con sus propios carriles exclusivos por separado de las motos, automóviles y demás vehículos, ya que así no molestarán a nadie ni entorpecerán el tránsito rápido de las ciudades. Cada vez existe un mayor número de ciclovías y de ciclistas, lo cual es bueno para la ecología por supuesto, pero los carriles para bicicletas no son totalmente perfectos.
Lo ideal es que estos carriles cuenten con pequeñas protecciones y separaciones similares a las que vemos en la imagen de arriba. En Estados Unidos, el número de ciclovías con protecciones de este tipo está creciendo a grandes pasos. En la ciudad de Seattle y también en Chicago, diversas calles y avenidas están siendo reformadas y esta clase de ciclovías son incorporadas en ellas. Las pequeñas seperaciones de cemento resultan ser más útiles de lo que parecen a simple vista. En California este tipo de ciclovías protegidas ya se han estado usando desde hace algunos años.
Otras ciudades mayores y estados importantes también están comenzando a considerar esta clase de proyectos, ya que no solamente es una forma de dar un poco más de seguridad a los ciclistas, sino que también anima a que una mayor cantidad de gente decida comenzar a pedalear, una práctica que es beneficiosa no solo para el planeta Tierra, sino también para nuestro propio organismo. En la ciudad de Ottawa, en Canadá, también se llevan a cabo obras de este estilo.