Siempre la escuchamos de la mano de otra palabra muy conocida como fauna. Lo cierto es que tanto flora como fauna tienen una gran importancia para la ecología, la naturaleza y sus ecosistemas.

Por eso hoy vamos a explorar y responder preguntas tales como:

¿Qué es la flora? ¿Qué tipos de flora existen? También exploraremos sus características, importancia de cuidarla, así como su relación directa con el medio ambiente.

Tabla de Contenidos

¿Qué es la Flora?

En botánica, flora tiene dos significados:

Flora (con «f» minúscula) se refiere a la vida de las plantas se producen en una región en particular, en general, la vida vegetal de origen natural o indígena.

Los botánicos y paleo botánicos utilizan el término para referirse a una colección típica de plantas que se encuentran en un momento y lugar específico, por ejemplo, la «flora del Desierto de Sonora» o la «flora Jurásica».

flora

Flora (con «F» mayúscula) se refiere a un libro u otro trabajo para describir la flora pero incluyendo la identificación de las plantas con claves botánicas y dibujos que ilustran los caracteres que distinguen a las diferentes plantas.

La Florística es el estudio de la flora, basada desde siempre en Floras (enciclopedias).

El término «flora» procede del idioma Latín, y hace referencia a la Diosa Romana de las flores, jardines y primavera, «Flora».

La flora puede definirse como el conjunto de especies de índole vegetal que pueden ser encontradas en una región geográfica determinada, y que es propia de las características de dicho ecosistema, o bien implantada allí de forma artificial.

Según las condiciones climáticas y factores ambientales, la flora determina el ecosistema vegetal o la vegetación de una región determinada.

Clasificación de la flora

Las plantas están agrupadas en floras en función de la región, período, medio ambiente especial, o clima. Las regiones pueden ser hábitats geográficamente distintos, como montañas o llanuras.

También puede significar la vida vegetal de una época histórica como la flora fósil. Por último, la flora se puede subdividir en ambientes especiales:

Flora nativa o autóctona

Es la flora autóctona de la zona en donde se la encuentra. No es insertada allí de forma artificial por el hombre, sino que su presencia en la zona o región es el resultado de intervenciones de fenómenos naturales. Crece y se desarrolla naturalmente según las características del entorno y ecosistema.

Flora exótica

La flora exótica es aquella que se encuentra fuera de su área geográfica autóctona o área de distribución, que pueda sobrevivir y reproducirse, ya sea por acción de cuidado o introducción humana.

Puede clasificarse como exótica a una especie, subespecie o taxón inferior de flora. En algunos casos, la introducción de especies exóticas a un ecosistema puede presentar un peligro para el desarrollo natural de dicha área geográfica, tanto económica como ambientalmente.

Esto puede dar como resultado negativo la pérdida de biodiversidad de la zona, cambio en el uso de la tierra que puede afectar agropecuariamente, e incluso puede afectar a la salud humana.

Flora arvense o de maleza

En la antigüedad esta clasificación se utilizaba para describir a aquellas plantas y vegetación considerada dañina como malas hierbas, y se pretendía su estudio principalmente para su control o eliminación.

En la actualidad, esta denominación se utiliza para listar tres tipos distintos de vida vegetal. Uno de ellos las malas hierbas, otro las especies invasoras, y por último las especies y clases autóctonas o introducidas de hierbas y maleza, no clasificadas de forma negativa.

Flora agrícola o de jardín

La flora agrícola o de jardín, involucra la que es preservada y reproducida por el ser humano, ya sea en un ambiente natural o artificial implantadas en una zona específica.

Importancia de la flora

El mundo vegetal juega un papel primordial para la vida en general, tanto del ser humano como del resto de los seres vivos, así también como para el planeta y los ecosistemas.

La importancia de la flora y la vegetación pueden influir en factores ecológicos, ambientales, vitales e incluso económicos para el ser humano.

Cada clase de vegetación y cada ecosistema, le aporta a nuestro planeta tierra ciertas ventajas, cumpliendo funciones determinadas dentro de cada uno de los ecosistemas en los que forman parte.

Los bosques, por ejemplo, benefician al suelo en contra de la erosión y evitan el escurrimiento superficial de las aguas, siendo una especie de esponjas naturales.

También ayudan a mantener la fertilidad del suelo y a su restauración, ya que son grandes productores de materia orgánica y nutrientes por parte de la fauna, por lo que el suelo en áreas boscosas se mantiene sumamente fértil.

Además, brindan alimento y refugio a las especies cuyo hábitat natural son estos bosques, lo que beneficia al desarrollo y preservación de la vida de la fauna.

A su vez, son beneficiosos al ser grandes productores de oxígeno, por lo que tienen la importante tarea de purificar el aire que respiran los seres vivos.

En materia económica, el ser humano ha explotado los bosques para obtención de recursos naturales como madera, alimentos, productos medicinales, productos industriales como resina o fibras, aceites, entre otros.

Los ecosistemas de pradera destacan por ser el hábitat natural de especies agrícolas, manteniendo los sistemas de ganadería y producción agropecuaria, siendo hogar también de poblaciones campestres constituidas cuya economía se basa precisamente en actividades agrícolas e industriales de esta índole.

La flora urbana, cumple un papel sumamente importante para las ciudades, especialmente las que albergan mucha concentración de población, ya que brinda un espacio dedicado al entretenimiento de las personas y embellecen el paisaje siendo un área de descanso y recreación para los habitantes de las ciudades.

Aunque la función más importante que cumplen es la de purificar el aire, transformando el dióxido de carbono en oxígeno mediante su proceso natural de fotosíntesis. Además, estas zonas ayudan a reducir la contaminación sonora presente a causa de los ruidos urbanos.

¿Cómo cuidar la flora y el medio ambiente?

Cada ecosistema presenta una flora característica. Podemos beneficiarnos de todos ellos de formas distintas, tanto naturalmente como de forma económica.

Además, son necesarios para el medio ambiente y los demás seres vivos que las habitan, ya que ellos también se benefician de los ecosistemas a los que forman parte, y las especies los necesitan para su desarrollo y preservación temporal. Por ello, cuidar la flora y los distintos ecosistemas se vuelve algo esencial.

¿Cómo podemos cuidar y preservar la flora del medio ambiente?

Mediante acciones, podemos aportar un impacto positivo e importante en el cuidado de la flora y los ecosistemas. Es necesario concientizar a las personas e informar correctamente a la población del impacto negativo que causa la contaminación y la destrucción de los ecosistemas.

Concientizar y educar

Para prevenir desastres en el futuro o un impacto negativo de magnitud que pudiera afectar en gran medida, debemos tomar la iniciativa de educar y concientizar a la población, especialmente desde temprana edad.

Enseñarles comportamientos o hábitos ecológicos, como el reciclaje o el correcto desecho de los distintos tipos de residuos, puede ayudar a reducir el impacto negativo a causa de la contaminación.

De esta forma, podemos concientizar de lo importante que es la flora y los ecosistemas, para organizar el cuidado y mantenimiento.

Organizar jornadas colaborativas de limpieza o reforestación, incentivar al reciclaje, informar acerca de la correcta manipulación de los desechos o prevenir incendios, pueden ser acciones muy importantes en la preservación del medio ambiente.

Control

Es esencial controlar acciones en la zona que puedan significar un impacto negativo en el medio ambiente y los ecosistemas.

La tala indiscriminada (deforestación), así como las fogatas sin control que pueden provocar incendios, son actividades que deben ser controladas, ya que pueden causar un daño altamente significante y que puede tomar mucho tiempo para recomponer el área y la vegetación afectada.

También es importante mantener un control de los causes de agua, ya que mantener limpios los ríos, lagos y océanos es muy importante. La contaminación en el agua no solo afecta a su ecosistema y a los seres vivos que habitan en él, sino que también afecta las zonas terrestres, ya que los seres vivos necesitan el consumo de agua limpia.

Asimismo, los vegetales se nutren de minerales y nutrientes del suelo, absorbiendo también el agua del mismo, necesaria para el proceso de la fotosíntesis y el desarrollo natural.

El ser humano también necesita de afluentes de agua limpia y potable para consumo, además de realizar distintas actividades en donde el agua es esencial. Por ello, mantener y controlar las zonas de agua es sumamente importante.

Protección y manejo

Es importante que se mantengan claras las normas de uso y para una obtención controlada de los recursos de los distintos ecosistemas como los bosques, ya que de esta forma se mantiene un control sobre las actividades que se realizan en ellos para que no afecten de manera negativa y generen un impacto ambiental.

A su vez, se deben planificar jornadas de mantenimiento de las áreas y de recuperación para mantenerlas correctamente.

Reconstrucción y conservación

Algo de suma importancia, es el cuidado y mantenimiento de los ecosistemas.

Las jornadas de reconstrucción y limpieza son sumamente importantes, ya que permiten que la naturaleza siga desarrollándose en dicha zona sin que se vea afectada, por lo que se causa un impacto ambiental positivo. Además, de esta forma se concientiza a la población y se fomenta al cuidado del ecosistema y su flora.